Cada Navidad, una estrella azul ilumina el bosque, trayendo alegría y esperanza.

Los animales saben que es una estrella mágica que concede deseos a quienes la miran con el corazón puro. Su resplandor tiñe el paisaje de un suave azul, llenando todo de magia.

Los animales se preparan con entusiasmo para su llegada:

Los ratones adornan los árboles con guirnaldas y hojas de pino.

Mientras las ardillas recolectan nueces y frutas para el banquete.

Las aves llenan el aire con alegres melodías, su canto resuena por todo el bosque.

Los puercoespines, juguetones, recorren el bosque en bicicletas y patinetas, decorando los senderos con banderines.

Los conejos, siempre creativos, pintan los hongos gigantes con colores vibrantes.

Incluso las luciérnagas, tímidas y brillantes, se agrupan para formar luces danzantes, guiando la llegada de la estrella.

El día esperado los conejos, ciervos, ardillas y puercoespines se acomodan, esperando ansiosos.

Cuando la estrella aparece, el bosque se llena de magia. Los conejos saltan de alegría, los pájaros cantan aún más fuerte y los ciervos danzan bajo el resplandor azul.

Esta noche, todos los animales celebran la amistad y el amor, compartiendo cuentos sobre la estrella y los deseos cumplidos.

Bajo su luz, el bosque se envuelve en un abrazo de paz, con la promesa de que la magia de la Navidad llenará sus corazones.