La navidad en Estados Unidos es el trasfondo de muchas películas, series y libros. Sus paisajes invernales son postales recurrentes para la temporada. Pero hay una ciudad que es especialmente reconocida por su espíritu navideño: Nueva York. ¿Quién no ha visitado clásicos del cine como Home Alone 2, Milagro en la Calle 34 o Elfo –todas situadas en esta ciudad– para sentir el espíritu navideño y prepararse en familia para la mejor época del año?
Nueva York es una ciudad nocturna pintada de coloridas luces. En diciembre se cubre de nieve y reboza de multitudes de todas partes del mundo que salen de sus casas para disfrutar del ambiente, van de paseo o están de compras. Se vuelve la representación misma del espíritu navideño.
Por supuesto, es una ciudad enorme y diversa. Para que puedas absorber toda la experiencia, te presentamos las razones por las que la Navidad en Nueva York es única e imperdible.
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Patinaje sobre hielo en Bryant Park:
Volver a jugar
Las pistas de patinaje de Nueva York son un tributo a la nostalgia. En ellas se reúnen personas de todas las edades para deslizarse sobre el hielo en medio del bullicio de la ajetreada ciudad.
El hielo liso rodeado de rascacielos, niños riendo y jugando, música de temporada y almacenes abigarrados de compradores: el paisaje es la Navidad en toda su belleza invernal. En Bryant Park, la pista está rodeada de pequeños quioscos con curiosidades, mercancía navideña y comida deliciosa. Es uno de los espacios públicos más visitados de Nueva York, cerca de muchas de sus atracciones turísticas y del centro de Manhattan.
El Árbol de Navidad de Rockefeller Center:
El espíritu de la ciudad
El árbol de Navidad de Rockefeller Center convoca miles de personas: sus luces en la noche son un espectáculo que maravilla los sentidos. El árbol es elegido con mucha antelación por el jardinero principal del Centro Rockefeller, para luego ser ubicado frente al edificio central. El momento de la iluminación es tan importante que es transmitido por los medios principales y marca el inicio de temporada. Se mantiene prendido hasta inicios de enero.
Rockefeller Center debe ser visitado al menos una vez, tanto por su pista de patinaje (más pequeña que la de Bryant Park) y su famoso árbol, como por lo que representa para Nueva York, su arquitectura e historia.
Música de Navidad:
Los villancicos de la capital del mundo
La magia de la Navidad es muy musical. Los villancicos – cantos tradicionales de temporada– son una excelente forma de reunirse entre seres queridos, compartir recuerdos de la infancia y afinar las voces.
En Nueva York, tradicionalmente se cantan los villancicos en el espacio público. Se forman grupos de amigos o, simplemente, de gente con espíritu navideño que se viste con ropa abrigada con temática navideña y recorre avenidas y calles para alegrar otros transeúntes, negocios o residencias. Estos recorridos ofrecen una experiencia auténtica de cómo se viven las fiestas en los culturalmente diversos barrios de Nueva York.
Hay algunas opciones para quienes desean escuchar villancicos, caminar con sus intérpretes o, incluso, unirse a los coros. En Greenwich Village, se reúnen en los días de vísperas de Navidad en la iglesia de Judson Memorial y caminan por los barrios históricos de la zona.
En Noche Buena, los villancicos se toman Washington Square Park, dónde el cuarteto llamado Rob Susman encabeza otro jovial recorrido por las calles aledañas al famoso parque. Puede unirse quien desee.
Times Square en Navidad:
El centro de las compras
Times Square es otro destino en que late el más movido espíritu navideño. Es uno de los emblemas de esa ciudad, con miles de opciones para comer, hacer compras y disfrutar del ruido de temporada. Es uno de los puntos más reconocibles de Nueva York que, al mismo tiempo, sigue escondiendo curiosidades fascinantes, desconocidas y misteriosas. En Times Square sentirás la divertida prisa de temporada y el bullicio de la ciudad mientras encuentras regalos para toda tu familia.
Cascanueces en el ballet de Nueva York:
Una tradición de gama internacional
El Cascanueces es un cuento de hadas y ballet compuesto por Piotr Ilich Chaikovski, que toma lugar en Navidad y cuya música se ha vuelto característica de la época. En Nueva York, su puesta en escena es una tradición que sigue renovando, sorprendiendo y alucinando.
De hecho, es una producción tan emblemática que el ballet se asegura de buscar a los mejores del mundo para su elenco, enriquecer la coreografía y crear nuevos efectos para que la obra nunca deje de asombrar. Es, por eso, una inmersión total para sentir la Navidad como un niño imaginando.
Hoteles en Nueva York: La Navidad en los detalles
El Plaza Hotel: un referente navideño
Si Home Alone 2 es una de tus películas navideñas favoritas, tienes que visitar y hospedarte en el Hotel Plaza, ya que es ahí dónde llega el pequeño Kevin McCallister para buscar a sus familiares. El Hotel Plaza es un ícono de Nueva York por su lujo, arquitectura y ubicación en la calle Central Park South, en pleno Manhattan y cerca de otros lugares emblemáticos.
The Benjamin Royal Sonesta New York: clásicamente americano
Los hoteles de Sonesta Internacional hacen parte de una franquicia fundada en 1937, con hoteles en los centros de las principales ciudades de Estados Unidos. En Nueva York ostenta un estilo clásico, inspirado en el Manhattan nostálgico de inicios de siglo XX. En la esquina de la calle 50 y la avenida Lexington, está cerca de boutiques de lujo, restaurantes y museos.
Algonquin Hotel Times Square: en el centro de todo
El Algonquin Hotel en Times Square está en medio del bullicio más movido de esta gran ciudad. En Times Square en verdad se siente que Nueva York nunca duerme, ya que hay almacenes que siguen operando y llenos hasta altas horas de la noche. Lo mismo sucede con restaurantes, cafeterías y bares. El Hotel Algonquin, además, está a pocos minutos caminando o en metro del Centro Rockefeller y la Estación Central. Es ideal para sentir el espíritu y hacer compras con toda facilidad.
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Con Diners Club descubre el espíritu de la Navidad en Nueva York
Nueva York es una ciudad tan bulliciosa y movida como misteriosa. En esta época, encarna los aspectos más divertidos y más nostálgicos de la Navidad. En diciembre, la capital del mundo es mágica.
