Un recorrido gastronómico mundial con Carolina Sánchez
Existen trece países en el planeta que son atravesados por la línea ecuatorial, ese trazo imaginario que divide al mundo en dos hemisferios: norte y sur. Extendidos a lo largo de cuatro continentes- América del Sur, África, Asia y Oceanía-, sus culturas y tradiciones son muy diferentes. Sin embargo, hay algo especial que los une. La privilegiada ubicación de sus territorios a través del paralelo cero, les permite el cultivo de alimentos tan diversos como exquisitos, abriendo la puerta a la creación de una gastronomía sin igual.
De la mano de la estrella Michelin, la chef Carolina Sánchez, la línea ecuatorial se transforma en un vehículo que acerca la tradición culinaria de lugares separados por miles de kilómetros, para unirse a través de espectaculares platillos. Una experiencia extraordinaria, que muestra la magia y poder de la comida para acortar distancias y juntar paladares.
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La entrada: reinventando la comida africana
La diversidad del tercer continente más grande del planeta se refleja en la vivacidad y sabor único de su gastronomía. Con influencias del Mediterráneo, así como tintes árabes y turcos, y también toques de las tradiciones de tribus de la sabana, cada bocado en el viaje culinario a África es una aventura.
Carolina Sánchez transporta el paladar a tierras africanas
La base de la cocina africana consiste en una mezcla de verduras, legumbres y, en algunas ocasiones, la carne roja o blanca. Los pescados y mariscos abundan en las zonas costeras. Son siete los países atravesados por la línea ecuatorial en este continente: Santo Tomé y Príncipe, Gabón, Congo, Congo Democrático, Uganda, Kenia y Somalia. Para Carolina Sánchez, su versión de un plato africano comprende un homenaje a las técnicas e ingredientes desplegados a lo largo de esos territorios.
Langostinos asados, en representación de las costas de Somalia, Kenia y Gabón; el encocado, honrando la ancestralidad africana de Ecuador en la provincia de Esmeraldas; maduro especiado, homenajeando a Uganda; y finalmente cous cous ensalzando la herencia árabe de la región.
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El segundo tiempo del menú: comida asiática
La gastronomía asiática tiene como principal vía de influencia al Océano Índico y al Océano Pacífico. Por eso, una de sus características más habituales es el uso abundante y variado del pescado y los mariscos, tanto en la cocina de la región del Este, como en el Sudeste, en países como India. El arroz es la estrella de la cocina asiática, con una numerosa cantidad de ingredientes derivados de él, como harinas, vinagres y hasta leche.
Saboreando Asia con Carolina
Uno de los elementos más encantadores de la comida asiática es el curry, esa preparación de sabor intenso y especiado, que puede llevar carne o legumbres. Esta suele tener una textura particular, recordando a un estofado o guiso y es generalmente acompañado de arroz para contrastar su poderoso sabor. Inspirada en las tradiciones culinarias de Indonesia y las Maldivas, los países de Asia que la línea ecuatorial cruza, Carolina Sánchez crea una sinfonía de sabores sin límites en forma de un platillo sin igual.
Corvina al vapor en hoja de plátano, para representar la riqueza de la fauna marina asiática y la similitud en las técnicas que su cocina tiene con la de nuestra Amazonía; el curry y el maní en homenaje a la profusión de especias, presente en el enorme Sudeste Asiático
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El plato fuerte: gastronomía sudamericana, identidad en la comida
La mayoría de las comidas típicas de América del Sur revela una fusión étnica importante, producto de su historia de mestizaje. Con influencias europeas, indígenas y afros, la gastronomía de este continente proporciona una amplia mezcla de sabores y productos, que representan la evolución de la identidad de su gente. Entre los impresionantes paisajes de los Andes, el Caribe y la Amazonía, la creación de platillos vistosos y deliciosos se da fácilmente.
Reinventando la gastronomía sudamericana con Carolina Sánchez
Las regiones naturales de Sudamérica permiten que la comida tradicional abarque una variedad de ingredientes exquisitos. Las papas, el maíz y la yuca son productos que los países de la región atravesados por la línea equinoccial - Ecuador, Colombia y Brasil- tienen en común como elementos base de su gastronomía. Asimismo, la variedad de frutas y verduras aportan un contraste significativo y mucho color. Para Carolina, esta fusión de sabores y tonalidades requiere la creación de un plato tan único como la gastronomía sudamericana en sí misma.
Panceta crujiente, en representación de una de las carnes más consumidas de la región; espuma de humita, como homenaje a ese escenario andino; farofa, encarnando la presencia brasileña; y perlas de encebollado, honrando la riqueza de la costa.
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El postre: comida típica de Oceanía para un final extraordinario
La cocina tradicional del continente más pequeño del mundo se nutre mucho de las influencias que obtiene de su comunicación marítima con India, China y Occidente. Por haber sido una colonia británica, cuenta con toques culinarios aborígenes, así como ingleses e irlandeses. Como se trata de un continente rodeado de océano, el pescado y los mariscos son la principal fuente de alimentos en todo el archipiélago. Sin embargo, la abundancia de frutas tropicales y el consumo de animales exóticos como el cocodrilo, el canguro o el búfalo también destacan y sorprenden.
Carolina Sánchez enamora con la gastronomía de Kiribati
Para abarcar una parte importante de las muchas facetas de la comida típica de Oceanía, Carolina Sánchez se centró en las islas diminutas que son atravesadas por la línea ecuatorial, Kiribati. El coco es la principal fuente de ingresos de este país, tanto que se lo puede encontrar en la mayoría de sus recetas tradicionales. El desenlace de esta vuelta gastronómica al mundo, a través de su equinoccio, trae consigo una oda al coco, con el toque único y visionario de Carolina.
Panna cotta de coco; bizcocho de calabaza, también muy producida en las islas, y coco; toffee de coco; aire de calabaza especiada, para honrar las influencias chinas e indias; y finalmente, polvo de coco tostado para cerrar con broche de oro.
